
La clínica se manifiesta por la triada clásica de deterioro cognitivo, trastorno de la marcha e incontinencia de orina.
El diagnóstico se basa en la anamnesis y pruebas de neuroimagen( el índice de Evans que relaciona la máxima distancia entre las astas frontales con la máxima distancia entre la tabla interna craneal, en el mismo corte; cuando es mayor de 30 es indicativo de hidrocefalia).
El tratamiento es quirúrgico, con válvula de derivación, obteniendose buenos resultados cuando la intervención se realiaza con prontitud(como ocurre en otras patologías a estas edades, el diagnóstico suele retrasarse por diferentes motivos). A pesar de citarse en diferentes artículos, que después del tratamiento se obtiene más mejoría en los trastornos de la marcha y esfinterianos que en cognición, en mi experiencia, y la de otros, es todo lo contrario, se recuperan mejor los trastornos cognitivos y esfinterianos que los de la marcha, quizás sea por limitado número de casos o por retraso en el diagnóstico.
La imagen pertenece a un varón de 80 años con hidrocefalia comunicante, que por su multi-comorbilidad no fue intervenido quirúrgicamente. Probablemente existió un retraso en el diagnóstico por presentar previamente un trastorno de la marcha por monoplejia inferior con uso de ortesis por poliomielitis en la infancia e incontinencia de orina asociada a cirugía suprapúbica con prostatectomía por adenoma de próstata. El empeoramiento de sus funciones cognitivas inició el estudio y diagnóstico de la enfermedad.